Evidentemente la rentabilidad de una empresa es fundamental para determinar su éxito, pero no lo es todo. Para que perdure en el tiempo, una compañía debe entregar valor a los consumidores con productos y servicios de calidad, que sean útiles para su vida. Debe preocuparse por sus colaboradores y aportar beneficios a la sociedad.
Satisfacer las necesidades de sus clientes es el norte de las empresas, pero la forma en que lo haga deber de una manera que aporte algo más, que dé valor y no solo se limite a vender. Una empresa exitosa es aquella que entiende que los consumidores son la base de su negocio, y como tal velan porque estén contentos con los productos o servicios.
Otra característica de una compañía exitosa es la valoración que le da a sus empleados, entiende que la calidad de su recurso humano será lo que la hará diferenciarse de la competencia. Por ello, se preocupan por invertir en oportunidades de desarrollo para sus empleados y ponen en prácticas técnicas para mantenerlos motivados y con compensaciones justas.
La empresa Alibal Alimentación Balanceada, con operaciones en Venezuela, es ejemplo de esto. Constantemente organiza actividades para el desarrollo de sus empleados. Jornadas deportivas, talleres de mejoramiento profesional, cursos de liderazgo, son algunas de ellas.
Su presidente, David Somoza, entiende que toda empresa es una organización humana porque está compuesta por personas, y su éxito o fracaso es fruto del esfuerzo de los seres humanos que la componen.
El motor de cualquier empresa son sus trabajadores. Sin ellos, la empresa no crece por muchos recursos económicos o materiales que tenga. Los empleados son los que captan clientes, los que realizan las ventas o los que ponen en marcha las máquinas.
Cuando un empresario reflexiona sobre esto, reconoce con facilidad que su recurso humano es el valor más importante de cualquier compañía.
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