El personal es la columna vertebral de cualquier empresa y su contribución al desarrollo organizacional puede ser significativo. Tenerlo identificado tanto con la misión y visión, así como con la estructura organizacional, permite afianzar el sentido de pertenencia del trabajador hacia la organización. Esto provoca un mejor desempeño, mejor ambiente laboral y más productividad.
Para lograr que los trabajadores se motiven, hay que identificar sus necesidades y problemas, en caso de haberlos. Eso ayudará a que el desempeño de ellos ayude en el logro de objetivos de la empresa. Sobre todo, si para alcanzarlos hay que hacer cambios en los sistemas y procesos de producción.
La experiencia ha demostrado que las organizaciones exitosas han tenido rentabilidad y posicionamiento de sus productos como consecuencia del trabajo que se hace a lo interno, en el que el capital humano es tratado y valorado como el activo más importante.
Como ejemplo, se puede citar la reciente experiencia de Alimentación Balanceada Alibal, empresa presidida por David Somoza Mosquera, donde fueron impartidos programas de formación y desarrollo organizacional, destinados a mejorar el desempeño y las relaciones entre los trabajadores de la organización con miras a un mejor posicionamiento del mercado que cubren.
Ese trabajo a lo interno es un valor agregado que las compañías ofrecen a su clientela, pues, sin saberlo, el desempeño motivado y comprometido de su personal se traduce en bienes y servicios más eficientes y de mejor calidad.
Para ello, hay que darles constantemente herramientas que los ayuden a potenciar sus habilidades y competencias, ya que un personal mejor formado tiene un desempeño suprior mejor en sus puestos de trabajo y en el trato con los clientes, además de ayudar a cumplir las metas de la empresa.
Cuando hay expansión de actividades, la cultura organizacional es una alternativa para mejorar las condiciones de un plan negocio, bien sea afianzando el que ya está en ejecución o aquel que pueda proyectarse a futuro.
En situaciones de crisis, un cambio en la cultura organizacional puede ser crucial a la hora de darle un golpe de timón a la situación que pueda estar afectando el desempeño de la empresa, por cuanto ayuda a enderezar las cargas y a conseguir los objetivos.
Referencias
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