Mantener un flujo de caja positivo garantiza la operatividad de una empresa, entendiéndose esta como el cúmulo de experiencias positivas que conviven en ella: rentabilidad, personal satisfecho, buena política salarial, adecuada producción y la debida atención al cliente.
En este sentido, los entendidos consideran que para que el equilibrio entre egresos (gastos) y los ingresos (ventas) hay que seguir varios consejos.
* Las proyecciones deben ser mensuales y realistas. Aunque los pronósticos sean positivos, hay que adecuar el futuro con proyecciones conservadoras. No excederse en optimismo y planes que, a lo mejor por sucesos inesperados, puedan no cumplirse. Asimismo, no deben considerarse opciones que sobrepasen la capacidad productiva de la empresa.
* Dividir las cuentas por cobrar y por pagar. Los plazos de pago a 30, 45 o 60 días son muy distintos a los que son inmediatos. Por eso, es conveniente establecer cuáles son los proveedores que exigen un pago más expedito que otro. La misma fórmula debe aplicarse a aquellas cuentas que se cobran. Que un cliente pague más rápido que otro ayuda a mantener el flujo de caja vigente. Hay que recordarles a los clientes que deben ser puntuales con su pago.
* Tener en cuenta los elementos ponderables. Los gastos fijos son una buena plataforma para planificar mensualmente en función de ellos. En esta categoría pueden considerarse lo que se dedica al pago de salarios, servicios, alquiler, Internet y todos los factores que ayudan a la operatividad de la empresa.
* Hacer un plan de imprevistos. Así como están los gastos fijos, también hay que disponer de una partida para los imprevistos, como emergencias estructurales, fallas en las unidades de producción o una merma en la plantilla laboral. Tener un estimado de lo que esto pudiera representar, ayuda a mantener el flujo de caja en positivo.
* Prever la expansión. El éxito de una organización pasa por ampliar los horizontes. Para ello, hay que establecer planes para que cuando llegue el momento del crecimiento, estén los recursos disponibles para enfrentarlo. No es conveniente improvisar sobre la marcha, porque se corre el riesgo de no lograr los objetivos.
Si el saldo positivo se mantiene en el tiempo, ese capital podrá utilizarse para ampliar las actividades empresariales, o para invertir en nuevos procesos, bienes o servicios. Como en el caso de Alimentación Balanceada Alibal, empresa presidida por David Somoza Mosquera, cuyo principal objetivo es fortalecer el flujo de caja.
Referencias
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