jueves, 5 de marzo de 2020

Capacitación profesional: inversión segura


Cada vez más la capacitación profesional y técnica del personal y los diferentes cuadros gerenciales y directivos que conforman las empresas se ha convertido en una estrategia para seguir adelante y mantener eficientemente las actividades y desenvolvimiento de las organizaciones.
La capacitación se refiere a la disposición y aptitud de las personas hacia la consecución de un objetivo determinado. Además, es un proceso educativo a corto plazo que utiliza un procedimiento planeado, sistemático y organizado mediante el cual el personal de una empresa obtendrá los conocimientos y destrezas técnicas requeridas para aumentar la eficacia en la obtención de las metas trazadas por la organización.   
Según expertos, la capacitación representa una inversión a largo plazo bastante rentable por lo que las empresas deben mantener programas continuos y renovados en esta materia, a fin de contar con equipos de empleados bien preparados y diestros en todos los aspectos relacionados con el negocio. Esto a la final representará un mayor valor para la organización.
Por ejemplo, Alimentación Balanceada Alibal, presidida por David Somoza Mosquera, mantiene programas de formación y capacitación de su personal a través de talleres y otras iniciativas en el proceso de aprendizaje laboral.
La formación profesional es una gestión que nunca termina dentro de las empresas. La obtención de nuevos conocimientos, técnicas y la preparación para el día a día en el trabajo permite al empleado un mayor nivel de confianza y una visión positiva de su rol en las actividades que realiza.
Ello se traduce en el incremento de la satisfacción personal y cero temor a la competencia pues el empleado tendrá de forma anticipada los conocimientos y experticias requeridos ante las situaciones que se presenten.
difíciles y de colaborar con sus compañeros a través de una buena comunicación. La capacitación también contribuye a poder llevar a cabo nuevos trabajos, solucionar los problemas que antes no se podían resolver. Además, el aprendizaje siempre ayuda a que el clima laboral sea distendido y agradable, ya que los empleados perciben un período de formación como una actividad sin estrés.
A la hora de comparar una empresa capacitada con otra no preparada se observan de inmediato los beneficios de una política de fomento de capacitación profesional. Una compañía que vive al día con una plantilla cerrada, cuyos profesionales ingresaron con unos conocimientos que no han avanzado en el tiempo, le será muy difícil superar con éxito los nuevos retos y situaciones que se le presenten.
Por el contrario, una empresa con personal capacitado constantemente no temerá enfrentar distintos retos porque que tendrá disponible el personal idóneo para acometer esa tarea debido a que previamente realizó la inversión en tiempo y dinero en las áreas de capacitación y formación.

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