No importa el tamaño de una empresa, todas deben tener un plan o manual de emergencias y para que sea efectivo debe tomar en cuenta todas las aristas de las contingencias que puedan presentarse. El factor humano es el bien más preciado y, por lo tanto, el principal a ser considerado a la hora de buscar la mejor manera de evitar accidentes.
De hecho, le empleados pueden colaborar activamente en los planes de prevención y, en caso de ser necesario, ayudar a resolver cualquier contratiempo que se presente, siempre siguiendo los protocolos de seguridad establecidos por la propia empresa.
Lo ideal es que no se llegue a males mayores, ya que las emergencias pueden prevenirse. Para eso, las compañías deben tener un plan, el cual le permita afrontar cualquier circunstancia que pueda presentarse para minimizar los riesgos y daños que se susciten en caso de alguna emergencia industrial.
Para ello, deben tener señalización de áreas claves como las salidas de emergencias, los equipos necesarios para utilizarse ante una eventualidad, comunicar a sus empleados en qué consiste ese plan, hacer simulacros y capacitarlos, en la medida de lo posible, para actuar en caso de contingencia.
La creación de una brigada de emergencia también podría contemplarse, sobre todo si la empresa trabaja con productos altamente inflamables o peligrosos de contaminar el ambiente y a su personal.
Así que nunca es suficiente a la hora de invertir y de preparar a los empleados para enfrentar los problemas. La vida humana es lo principal para preservar, por eso, es importante que todo el personal en la empresa esté al tanto de los planes de contingencia que se tienen establecidos.
En Purolomo, presidida por David Somoza Mosquera, y su empresa matriz Alimentación Balanceada Alibal, ambas, mantienen al día sus sistemas de emergencia, gracias a las actualizaciones periódicas que ofrecen a su personal y a la brigada especial que se encarga constantemente de supervisar las instalaciones para minimizar riesgos.
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