viernes, 30 de octubre de 2020

Empresas, es hora de volver a asegurar la cadena de suministros

 


El COVID-19 afectó la seguridad y confiabilidad de los sistemas de suministro de las empresas, las cuales están inmersas en esa interdependencia propia de un mundo globalizado.

El cierre de fronteras y de espacios aéreos por la pandemia detuvo o interrumpió los envíos de materia prima, insumos y productos de lugares distantes como China o India.

Esto ocasionó también situaciones de congestionamiento en las actividades de exportación e importación. Por ello, muchas compañías concluyeron que era necesario replantear la logística de aprovisionamiento, buscando proveedores más cercanos. Por ejemplo, Estados Unidos volvió sus ojos a México.

Pero estas fueron acciones de emergencia, reactivas a una situación inédita e inesperada, quedando abierto el camino de adoptar otros pasos más seguros, eficientes y eficaces.

En esta dirección y sin dejar de lado los aspectos aprovechables de los estándares y protocolos de suministro existentes previo a la pandemia, las compañías elaboran sus manuales para manejar eficientemente un área tan estratégica como los suministros.

Se trata de llevar a cabo soluciones empresariales contundentes dentro de una planificación adecuada, en la que los líderes de las empresas tienen un rol crucial.

Y es que las compañías se preparan para el momento del rebote de sus actividades, con miras a posicionarse en los mercados cuando venga la nueva normalidad post coronavirus.

En esa dirección, las empresas ponen en práctica procesos dinámicos de planificación de ventas y operaciones hacia el equilibrio de la oferta y la demanda en línea con los objetivos y planes empresariales.

Una iniciativa en el área de suministro es mejorar la capacidad de despliegue de inventarios, con la finalidad de determinar cuándo utilizar los stocks de cara a la demanda de un cliente.

Otro paso es asegurar la capacidad logística de la empresa, considerando rutas y modos alternativos de entrada y salida en los mercados. Revisar y bajar los costos de suministro es otra tarea, así como mejorar la visibilidad de la red de suministro.

Sin embargo, hay que tener en cuenta la situación volátil y de incertidumbre que rodea al COVID 19, lo cual impone a las empresas estar siempre en estado de alerta y abiertas a los cambios que puedan presentarse.

En este contexto, es aconsejable optimizar las fuentes alternativas de suministro mediante la diversificación, para alejarse de los efectos nocivos de la volatilidad y subsanar así el número de taponamientos en la cadena de suministro.

La estrategia de integración vertical es también una alternativa. Consiste en reducir la dependencia en terceros agentes (proveedores) mediante la toma de control parcial o total del suministro de materiales que posteriormente emplea la empresa para la fabricación del producto final.

En Venezuela, Purolomo y su casa matriz Alimentación Balanceada Alibal son un modelo de integración vertical.

 

Referencias:

https://www2.deloitte.com/es/es/pages/operations/articles/covid19-recuperacion-organizaciones-y-cadena-suministro.html

https://atalayar.com/content/el-impacto-de-la-covid-19-en-las-cadenas-de-suministro-mundiales

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