Si bien todo el mundo fue afectado por la pandemia del coronavirus, los sectores productivos resultaron bastante golpeados. Muchas empresas no soportaron el tiempo de confinamiento y cerraron sus puertas definitivamente. Otras, literalmente, hicieron maromas para mantener sus operaciones lo más activas posibles. Aun así, el sector laboral fue muy impactado. En todo el mundo se perdieron empleos y muchos de ellos no fueron recuperados una vez que se reabrió la actividad empresarial.
Pero más allá de las pérdidas financieras y de personal, que son las más graves que debe enfrentar una empresa, hubo también otras que la pandemia dejó. Los mercados vieron cómo los insumos no llegaron a tiempo o llegaron incompletos para cumplir los ciclos productivos.
Lo anterior tuvo una repercusión en la vida económica de los países, pues no solo las empresas grandes y pequeñas se vieron afectadas por la pandemia, sino que las bolsas se derrumbaron provocando una recesión que amenazó con convertirse en la peor de muchos años.
Sin embrago, no todo fue negativo. El crecimiento del liderazgo se potenció durante este tiempo. Solo verdaderos líderes que tomaran el control para minimizar al máximo el impacto del COVI-19 en sus empresas pudieron demostrar que con las medidas acertadas podía evitarse un colapso total de las operaciones, de la cadena de ventas y de la atención al consumidor.
Lo anterior trajo consigo una relación de confianza de los clientes y consumidores con respecto a los bienes y servicios que escoge por sobre la competencia. Esto, a su vez, hizo que el marketing y el comercio electrónico se afianzaran como una alternativa viable y sostenible durante el tiempo de pandemia. Es tener al alcance de un click la oportunidad de recibir, de una manera más segura e higiénica, los productos esenciales que se necesitaba mientras no se podía salir de casa.
Pero, tal vez, lo más importante que dejó la pandemia fue el teletrabajo. Durante la pandemia, muchas compañías tuvieron que implementar esta modalidad para garantizar sus operaciones, y los resultados fueron positivos. Ahora, en 2021, se verá el desafío que enfrentarán los empleadores con respecto al trabajo remoto, es decir, si la práctica se mantiene en el tiempo o si se volverá a las normas pre pandemia.
Referencias:
https://www.redalyc.org/
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