Las empresas hacen suya la preocupación mundial sobre el cuidado y conservación de las reservas de agua, cuya disponibilidad y calidad está seriamente afectada por actividades humanas como la deforestacion y la minería, entre otras.
Las compañías han incorporado a su cultura y planificación y dentro del área de responsabilidad social el uso racional del agua, recurso estratégico para muchas ya que forma parte de su materia prima e insumos en sus procesos de manufactura y de sus productos finales.
La conservación y cuidado del agua es punto esencial en las empresas por lo que aplican medidas internas -para ahorrar el líquido y su buen uso- y externas consistentes en el fomento en las comunidades sobre la necesidad de su conservación.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en ingles) ha señalado que las empresas tienen un rol de primera orden en la toma de decisiones sobre la gestión del agua, un paso de conservación del medio ambiente que no se puede pasar por alto.
Purolomo, así como sus empresas, entre ellas la casa matriz Alimentación Balanceada Alibal, mantiene su compromiso con la sociedad y el medio ambiente mediante actividades que involucran a los trabajadores en áreas ecológicas en pro de adoptar medidas como la conservación y cuidado del agua.
En marzo del año pasado, a propósito del Día Mundial del Agua, organizó varias actividades y el evento central fue el Concurso Haz que Fuguen tus Ideas y no el Agua, una convocatoria abierta dirigida a todo el personal de la planta PBA, invitándolos a que presentaran distintas iniciativas para ahorrar el vital líquido dentro de la empresa, así como también proponer acciones de sensibilización en las comunidades adyacentes.
De esta manera, Purolomo alinea sus estrategias de negocio y actuación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, convirtiéndose en motores clave para la consecución de las metas propuestas y contribuyendo a generar mejores condiciones e impacto social y medioambiental positivo.
De manera que toda empresa, sin importar su tamaño, tiene la responsabilidad social de conservar el agua, un recurso del cual dependen todos los habitantes del planeta.
La meta de una administración eficiente del agua requiere necesariamente la participación de todos los miembros de la organización -desde ejecutivos hasta trabajadores- en un proceso constante de concientización de cuidar el agua a través de la educación y la capacitación del personal en esta materia.